Con la despedida del verano, llega el momento de volver a la rutina. Este proceso, en ocasiones, genera algunos quebraderos de cabeza por diferentes motivos. Principalmente, por dos variables: el tiempo y el dinero. Estos condicionantes afectan también al ejercicio y al eterno propósito de ponerse en forma, pero hay una forma sencilla y más económica, que es iniciarse en el fitness en casa.
Gracias a estas sencillas recomendaciones, podrás sentar las bases para crear el hábito de hacer ejercicio sin necesidad desplazarte. Lee con atención y empieza a dejar atrás los excesos veraniegos sin perder un ápice de comodidad.
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Entrena siempre en el mismo sitio. Escoge una instancia de tu casa en la que poder ejercitarte. Allí, podrás comenzar a crear el hábito de rutina fitness. Depende del espacio del que dispongas, pero no tiene por qué ser muy grande. Una esterilla, unas mancuernas o elásticos y una buena predisposición pueden bastar.
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Establece un horario. Es importante destinar una hora fija, como si fueras a ir al gimnasio convencional, para crear una mayor adhesión en esta nueva rutina de fitness en casa.
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Evita tener cerca el móvil y otros dispositivos que puedan distraerte. La concentración es fundamental, con el objetivo de sacar el máximo provecho al ejercicio físico. Por ello, el ordenador o el móvil pueden ser “ladrones de tiempo”.
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La música, un plus de energía extra. Aunque puede parecer contradictorio con respecto al punto anterior, una lista de reproducción que te motive puede ayudarte a concentrarte más. Sin embargo, puede haber personas a las que les suponga una distracción. Tú eliges.
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Utiliza ropa y calzado adecuados. Es una obviedad, pero la vestimenta juega un rol clave en el entrenamiento. Tienes que estar cómod@, con prendas que te permitan realizar los ejercicios sin sobreesfuerzos inútiles.
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