VENID A MÍ AJOSBLANCOS, GAZPACHOS Y SOPAS FRÍAS

Aprieta el calor y lo último que ansío es meterme un chuletón entre pecho y espalda. Aleja de mí un cocido, un puchero canario o un arroz ‘brut’, que no tengo cuerpo para saunas gastronómicas.

Con las vacaciones, el buen tiempo y las carnes al aire llegan las sopas frías, los salmorejos, los gazpachos y los ajos blancos. Son un verdadero invento patrio. Se montan en un abrir y cerrar de ojos, sin encender el fuego. Sólo necesitas una batidora para convertirte en el rey del plato veraniego. En mi caso, cuando el termómetro pasa de los 25 grados me dejo arrastrar por las cuchillas de la ‘minipimer’ cual asesino en serie.

Con el brazo de la batidora consigo dos objetivos de una tacada: esculpir  mi cuerpo (es un decir) para la playa y comer de manera saludable. Este verano mis gazpachos se convertirán en verdaderas bombas de vitalidad (un toque de ‘superalimentos’ como las semillas de chia) y las sopas frías tendrán un toque especial gracias a la crema balsámica aromatizada con trufa.

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Una de las propuestas veraniegas que más me ha encantado nos la ofrece El comidista (Mikel López Iturriaga) en su blog. Se trata de una sopa fría en base a aguacate que destaca por la ausencia de cualquier tipo de alimento de origen animal y porque está buenísima. “Con un aire a gazpacho, gracias al pepino, el ajo y el vinagre, aprovecha la untuosidad natural del aguacate para conseguir una textura cremosa sin recurrir a los lácteos”, explica.

Ingredientes para 4 personas:

  • 500 g de pepino
  • 250 g de aguacate (2 medianos)
  • 1 diente de ajo
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de vinagre de Jerez
  • Media cucharadita de comino en polvo
  • Media cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de hojas de cilantro o perejil
  • 350 ml de agua fría

Preparación

  1. Pelar los pepinos y los aguacates y cortarlos en pedazos.
  2. Triturar en un procesador de alimentos o con una batidora de brazo todos los ingredientes menos el agua.
  3. Probar y rectificar, si es necesario, el punto de sal.
  4. Agregar el agua fría de la nevera y volver a triturar. Dependiendo del espesor que se desee conseguir (crema espumosa o sopa líquida), añadir más agua.
  5. Servir inmediatamente o guardar en la nevera hasta el momento de consumir.
  6. Adornar los platos con sésamo tostado, semillas de lino, comino en grano o frutos secos y un chorrito de aceite de oliva.

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