Hacer la compra ocupa un tiempo indiscutible en nuestra rutina semanal. Se trata de una actividad que para algunos puede ser tediosa y, sobre todo, cara si no se va con cierta mesura al supermercado. Por esta razón, te traigo 10 consejos para que tu cesta de la compra no ‘agujeree’ tu bolsillo.
1. Sigue la lista al pie de la letra. A más planificación, menos gasto innecesario. Lo que se dice popularmente ir a tiro hecho. Así, evitas tentaciones. No quiere decir que no te des un capricho, pero siempre como excepción.
2. Compra por unidad. De esta manera, adquieres la cantidad de los productos de una manera más precisa.
3. Ojo con el 3×2 y similares. En línea con el punto anterior, es más efectivo calcular el precio de manera individual, para saber si realmente existe ahorro o no. En ocasiones, yo el primero, nos dejamos llevar por el tradicional reclamo 2×1 sin ir más allá y el ahorro brilla por su ausencia. Aunque, generalmente, pueden resultar útiles.
4. Al súper se va comid@ de casa. Parece una chorrada, pero ir sin hambre a la compra te evita muchos “atracones visuales”. Es decir, que en tu carrito haya productos innecesarios, fruto del rugir de tu estómago en ese momento.
5. Si es posible, acude sin niños. Sé que muchas veces es un consejo imposible de cumplir, pero los más pequeños de la casa son especialistas en caprichos con los que no contabas cuando saliste de casa.
6. Productos de temporada sí o sí. Los alimentos frescos son unos grandes aliados, que aportan valor añadido a tu cesta. Asimismo, desde la perspectiva nutricional, son más aconsejables que otros alimentos precocinados o ultraprocesados.
7. Alza la vista sin miedo. Estratégicamente, los supermercados colocan los alimentos a los que quieren dar salida en primer término de tu campo visual. Esta exitosa técnica puede jugarte malas pasadas, ya que compras lo que ves mejor pero quizás no es lo que más te conviene.
8. La presentación no lo es todo. Aunque es esencial que un producto te entre por los ojos, hay excepciones. Puede ocurrir que digas aquello de esto no es lo que parece. Un buen empaquetado o packaging actúa directamente en nuestros neurotransmisores, incrementando los niveles de dopamina, que afectan directamente a nuestra sensación de felicidad. Ese misma sensación puede convertirse en decepción si luego un determinado artículo no colma tus expectativas.
9. Compra online, un buen recurso. Además de ahorrarte tiempo, también puede ahorrarte dinero. Cada vez de forma más habitual, las cadenas de alimentación incentivan que compres desde casa con promociones concretas a precios reducidos.
10. Escucha a los profesionales. El personal de estos establecimientos es la voz de la experiencia, pueden aconsejarte, en caso de duda, la opción que más te convenga. Tu bolsillo lo agradecerá.
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