La presentadora del programa de confesiones más escuchado de la radio (Hablar por hablar) da el salto a las mañanas de TVE. Y además, estrena la novela ‘Háblame bajito’.
Esta temporada Macarena Berlín (Madrid, 1973) pasa consulta por las mañanas. Las noches seguirá dedicándolas a las confidencias. Consejos para el cuerpo y consuelo para el alma. Es lo que tiene alternar Hablar por Hablar (Cadena Ser) y Saber vivir, el veterano programa de TVE dedicado a la salud. La vida de Macarena es un no parar. Cubre todos los flancos. Imagen, palabra y, ahora, letra impresa. Su primera novela ‘Háblame bajito’ ha cosechado buenas críticas. La protagonista del libro, Pita, esperaba una vida distinta al llegar a los cuarenta. Pero la realidad da sorpresas. A Macarena, para bien.
Ser periodista es una forma de estar en el mundo
Como conductora de ‘Saber vivir’, supongo que no eres hipocondriaca.
-(Ríe) La verdad es que no. Por mi condición de periodista incumplo todas las normas del organismo. Me viene muy bien prestar un poco más de atención a mi salud.
¿Qué consejos del programa ha puesto ya en práctica?
– El último, consumir vegetales mini: pepinos, pimientos, tomatitos cherry… Yo era más de meterme frutos secos y un plátano en el bolso. Ahora cojo un pimientito o unos tomatitos para comerlos a media mañana. Me impacta mucho lo que dicen los doctores que comparten plató conmigo. Son las voces más autorizadas del país.
Salud a veces es sinónimo de prohibición. No comas esto, no hagas aquello…
-La salud es un patrimonio real. Parece que tenemos que perderla para valorarla. Debemos mirar de frente a la enfermedad porque forma parte de la vida. Por ello, es tan importante comprender que si quieres disfrutar hay que cuidar la salud…
Tu día a día debe ser estresante. Programa de radio de madrugada, televisión por la mañana y sacar tiempo para escribir.
-Tengo bastante control del estrés porque llevo casi 20 años en la profesión. Durante este tiempo he hecho de todo. He llegado a combinar tres formatos a la vez. Es verdad que era más joven, pero estrés no siento. Siento responsabilidad y lo que hago es priorizar. Este año voy a tener menos vida para mí, pero siempre encuentro espacios propios: deporte, mis amigos, mis pequeños regalos que me hago, como la conversación con mi madre en una terraza. Ser periodista es una forma de estar en el mundo. Es una suerte. No supone un esfuerzo.
Pero, ¿tendrás que renunciar a cosas para que te den las horas del día?
-Lo que voy a dejar de hacer es la última hora de Hablar por hablar, que la cubrirá Adriana Mourelos. De esta manera gano una hora de sueño. Lo bueno es que esta temporada voy a tener más horas de sol, algo que siempre he echado de menos. [“Me he dado cuenta de que en este país se duerme fatal. Hay mucho insomne, gente que se levanta de la cama porque de repente oye una historia que le recuerda algo y llama a la radio”, ha comentado en varias ocasiones Macarena Berlín]
En tu novela abordas la presión que sufren las mujeres. La obligación de ser madre, estar guapa, tener éxito profesional…
-Tenemos un modelo de sociedad patriarcal injusto. Debemos cambiarlo. Siempre te preguntan cómo es que te gustan los niños y luego no los tienes. Yo siempre respondo que me encantan los niños, pero no estoy interesada en el tema de la crianza. Por suerte, no he sentido la presión familiar de la protagonista de Há- blame bajito, pero que sí sufren muchas mujeres respecto a la maternidad.
¿Qué ha supuesto para ti el salto a la literatura?
-A mí se me convence con amor y fue así como lo consiguió mi editor. He descubierto que me gusta escribir, me sale de forma fluida y no sufro. Me di vierto porque tengo cosas que contar.
¿Cuánto tiene de biografía tu novela? La protagonista también es locutora de radio.
-Las tres entrevistas que aparecen en el libro son reales. Me he divertido mucho entrando y saliendo de la ficción. Tiene cosas de mis amigas, de gente con la que me cruzo, de los pasillos de la radio… Pero no puedo decir que sea autobiográfica. No nos parecemos mucho la protagonista y yo. Yo, de hecho, he crecido en un matriarcado y nunca he sentido presión. Mi madre es maestra y tiene una personalidad muy especial: me dio una libertad que no era propia para mi edad. Nos ha dejado equivocarnos y nunca nos ha presionado.
¿Por qué el título Háblame bajito para tu novela?
– En el mundo actual, son demasiadas las voces que nos exigen y nos piden, aunque sea desde el cariño. Todas esas voces no nos dejan escuchar la nuestra. Por eso, háblame bajito.
Como nos comenta Macarena, para poder disfrutar hay que cuidar de la salud. Protege la tuya al máximo con el Seguro de Salud que ofrece VENTAJON, con el que tendrás máxima protección a un precio mínimo.